"LA DE BRINGAS": UNA SOCIEDAD DE APARIENCIAS



"Los ciegos serían felices en este país, que para la lengua es paraíso y para los ojos infierno" (Benito Pérez Galdós)


Antes que nada debemos clasificar esta obra como una imbuida del espíritu naturalista del movimiento precisamente conocido como "Naturalismo", uno que surgiría a modo de evolución completa de la corriente anterior corriente del "Realismo". En este caso, a pesar de no cumplir de forma estricta los principios de creación literaria naturalista, ya que se nos presenta a protagonistas procedentes de clases sociales más bien acomodadas, también se revela consigo el carácter oculto y propio de las más falsas apariencias de unos y otros, ahogados por las deudas y situaciones económicas críticas.

El autor de la obra se trata, en este caso en concreto, de la figura del conocido Benito Pérez Galdós, novelista, dramaturgo, cronista y político español del siglo XIX y principios del siglo XX, este autor fue considerado a lo largo de su carrera como una de las mejores representaciones de la novela realista de todo el siglo XIX, no solo en el ámbito literario español, sino en el completo concepto hispanohablante de la literatura de entonces, posicionándose al nivel de Cervantes en cuanto al género novelístico se refería.

Su estilo se caracterizó de otros autores precisamente en su espíritu lleno de color, donde el naturalismo se expresaba con gran técnica artística, apartándose de la corriente romántica con el objetivo de ceder el paso a las descripciones más científicas, y a la vez más crudas, de la realidad misma, mostrando gran predilección por el análisis psicológico de aquellos personajes tratados y explorados a medida que avanza la obra narrativa. Es precisamente debido a ello que la obra La de Bringas se califica como un libro pesado y monótono, uno donde todo aspecto y concepto mencionado no se libra de un estudio naturalista en profundidad.

Galdós se encuentra adscrito a la denominada como "escuela de Zola", una fundada por Émile Zola, escritor francés considerado como el padre fundador y mayor representante del realismo científico o naturalismo, incluso también contribuiría al desarrollo del posterior naturalismo teatral, destacando en otros ámbitos como pueden ser la política en el contexto francés de su época. Con todo ello, el estilo de Galdós se consideraría una especie de imitación del también francés Honoré de Balzac, otro novelista y dramaturgo procedente de esta época, uno que retrataba la realidad de una forma aún más real, es decir, mediante personajes realistas movidos por pequeñas insatisfacciones o intereses mezquinos, quienes poseen vidas insulsas y monótonas. Al final, todo se basa en una crítica y ridiculización de los valores burgueses de esta clase dominante, y en el caso de Galdós, también hacia las clases aristocráticas.


A lo largo de la trama se nos presenta una dicotomía de personalidades, es decir, se nos muestra a dos personajes relacionados entre ellos, pero que no comparten nada en común con respecto al carácter y forma de actuar:

Por un lado, describimos a Bringas como un gran avaro obsesionado con el dinero y su conservación al extremo. Este presenta una habilidad para los trabajos manuales, por lo que destaca en el ámbito laboral. Es un hombre moderado, sin ninguna ambición clara, quien posee un carácter calmado y severo en ciertos momentos.

En contraparte se hace ver Rosalía, la esposa de Bringas, también conocida como "la de Bringas". Esta es una persona muy coqueta y vanidosa que disfruta gastando mucho del patrimonio en lujos, todo para hacer su posición elevada en el concepto de la sociedad española. Otra característica importante es su extensa ambición, una que la lleva a tomar decisiones a veces un tanto arriesgadas para una personalidad como la suya.

 

"Que cada cual siga su inclinación, pues las inclinaciones suelen ser rayas o vías trazadas por un dedo muy alto, y nadie, por mucho que sepa sabe más que el destino."  (Benito Pérez Galdós)



A continuación, procederemos a comentar diversos apuntes importantes para un correcto análisis de la obra naturalista de Galdós:


En primer lugar, en esta obra se nos revela una burguesía obsesionada con asimilarse a la aristocracia en lo más improductivo per se, la pura imagen y facha. Estos no se corresponden con su rol propiamente establecido por los estándares de la sociedad. Estos emplean el uso de sofismos como elemento intelectual y poseen un concepto negativo del trabajo, otorgando consigo única importancia al conocido como amiguismo y nepotismo, todo mediante una batalla de intereses de los personajes burgueses y su concepto de "psicología de clases". 


Como segundo elemento importante se encuentra el valor esencial de la familia, desarrollado a través del estudio psicológico y científico de modo paulatino, uno correspondiente a la construcción del adulterio y la vida desgraciada del matrimonio de la época contemporáneo al autor.


En tercer lugar, abordamos a los personajes, percibiendo por un lado cómo el determinismo aflora en estos sujetos, es decir, que su propio entorno y concepto biológico les influye en su forma de actuar y pensar. Además, la psicología presenta gran importancia en esta obra, ya que nos muestra algunos factores y aspectos propios de las facultades psicoactivos de cada individuo, ya sea mediante las pesadillas que afectan al inconsciente de personajes como Rosalía o Isabelita, o también por la concepción moral y vital compleja del personaje de Bringas que lo irá definiendo aún más a lo largo de los capítulos.


El detallismo también será un determinante del estilo de la novela y del autor, ya que se ahonda sobremanera en cada aspecto y detalle por mínimo y trivial que pueda parecer, precisamente con el objetivo de dar pinceladas a los actos y sucesos que transcurrirán más adelante a los protagonistas y personajes secundarios, y de esta forma concluir la historia de la forma más completa y detallada posible.


Por último, se puede comentar el claro papel protagonista del dinero en esta obra novelística, un objeto e incluso entidad superior que moverá a los personajes a recurrir a diversas acciones y salidas, concluyendo que tal forma de vida está supeditada al valor monetario y no por el valor moral o humano. Tras ello se vislumbra una mordaz crítica a la abusiva e ineficaz gestión de la Hacienda por parte de la monarquía española de Isabel II, una que acabaría sucumbiendo a las fuerzas revolucionarias durante el movimiento social revolucionario conocido como "La Gloriosa" o "La Septembrina" en septiembre de 1868.



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